Hoy, y como apertura a este hermoso espacio que estoy gestando elijo hablar de las infancias, en conmemoración a su día.
Si tan solo nos detenemos a reflexionar un instante, podemos ver que cada pequeño ser que habita este mundo se encuentra en su estado más puro y de plena apertura a descubrir, preguntar, nutrirse de vínculos y de alimentos.
El trato que con ellos tengamos es una huella que formará parte de la vida. Por eso, con plena convicción sostengo que acompañar la infancia es abrazar la vida en su completitud.
Todos fuimos niñes, todos recordamos aunque sea, momentos de nuestra infancia. En esas memorias se refleja también la manera en que hoy habitamos nuestro cuerpo y espíritu adulto. ¿Qué mejor que recordarnos con amor?
Aquí invito a quienes están cerquita de las infancias a mirar a través de sus ojos el mundo. Para eso propongo estos cuentos que fueron seleccionados con mucho amor desde mi mirada de niña que hoy es adulta, madre de dos infancias y atravesada por la maravilla de la vida.
Gracias por estar acá ✨
